Brillantes e inocentes

Tú y tus ojos brillantes
¿Por qué no aprenden aún? 
Deberías guiarte tú misma hasta la inmensidad, que nada cause tempestad. 
Tienes que olvidarte de todo lo que sucedió. 
Te agredió. 
Aquel refugio parecía insuficiente para resistir la tormenta. 
Eres su hija, ¿por qué no te ama cómo a una? 
¿Por qué te arrebata su apoyo de la noche a la mañana?
Te has visto rota, gritando en silencio, no quieres hablar. 
Quieres escapar, dejar absolutamente todo. 
Ya no quieres brillar. 
Puedes dejarlo todo para escapar, pero, dime, ¿qué hay de tu futuro?
Al diablo, eso no te importa.
Ojalá pase algo que te haga desaparecer, que te lleve la muerte y tu ausencia no les cause el menor conflicto. 
Al contrario, que sientan el mayor alivio. 
¿Por qué entregas todo con la mínima muestra de cariño? 
¿Qué clase de persona puedes llegar a ser con el mínimo contacto cercano a ti?
La vulnerabilidad abraza a tu cuerpo y la realidad se aparta de tu lado. 
Se abre una puerta a la posibilidad, a ideas absurdas y sueños que son inalcanzables.
¿Qué clase de persona puede convertirte? Perdiendo tu cordura, ahogándose en el desespero. 
Es una pregunta que no puedes resolver aunque su indiferencia sea concreta, tu insistencia es terca. 
¿Qué tipo de persona eres?
Eres absurda, lo sabes, ¿no?
Inocente niña, estúpida mujer. 
- </3

Comentarios

Entradas más populares de este blog

¿Qué sabor tienen los sueños?

Cuentos

Amor y poesía