Resignación

Se supone que el método catártico, podría ayudarme con la superación de tu ausencia. 
Estoy rodeada de oscuridad, apenas puedo escuchar lo que me persigue. 
A este paso, solo puedo escuchar un suave eco de tu voz.
No soporto esta intranquilidad, la soledad.
Mi ansiedad no me permite dormir, no me deja soñar. 
Sólo tú podías hacer desaparecer todo mi disturbio. 
Todo me duele, mis pies llenos de ampollas, los pulmones doloridos, los músculos y mi estómago vacío...
Es como si estuviera corriendo toda mi vida...
Pero, ¿de qué? 
Expulsada de casa, perseguida por rumores ruidosos, atormentada por sueños, todos me miraban con desdén.
No supe como actuar, solo pensé en escapar.
Probablemente tuve que ser valiente, enfrentar la situación y no llegar a esta posición.
Miré hacía atrás, sigo con mi búsqueda de una respuesta, pero mis pies tropiezan en la opacidad.
En cámara lenta, la lluvia se apodera del bosque. 
En el instante en que las gotas caen en mi rostro, el aire se enciende. 
Mi manos tiemblan y una descarga eléctrica recorre mis brazos. 
Sueño con la penumbra, pero no le tengo miedo alguno.
Esto es diferente a mi sueño habitual, me pierdo en la profundidad, hasta que mi conciencia me punza. 
Quisiera que tú estuvieras conmigo, abrazándome. 
Sentir que tus manos me marcan, me moldean.
Poder oler el bosque en ti, tener tu piel tan cerca para sentir tu calor.
Dedicar mi placer hacía ti, reservar mis abrazos única y exclusivamente para ti.
Sentir que mi corazón late con fuerza en mi pecho, que la sangre se acumula en mis oídos.
Experimentar un escalofrío recorrer la pulpa de mi piel, que suba por mis brazos como una ola, llegando a depositarse en mi nuca.
No puedo negar que me sentí atraída hacia ti. 
Y yo, un ser tan melancólico, un poco sombría, posiblemente una artista torturada. No encuentro descanso más que en el arte de escribir. 
Finalmente, despierto...
Dejo que los sonidos me envuelvan, espero a que me lleven al límite de mi realidad.
Estuve constantemente perdida en entre el pasado y el presente. 
No sé realmente ya como vivir.

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